sábado, julio 21, 2007

MORIR ES DOBLAR LA ESQUINA





Cuando mis párpados tomen
los caminos del sueño
y otro sol alumbre las tinieblas,
no pienses que me he ido...
sólo doblé la curva
que separa lo real
de lo imposible.

Estaré en cada instante
de tus horas.
En cada silencio,
entre murmullos,
seguiré tus canciones
siendo viento en tus manos.

Hay figuras que llevan al retorno
lugares más allá del pensamiento,
instantes que existen
sin estar anunciados
o momentos que fueron
tan solo distancias.

Cuando deje la envoltura
que ya has visto
y encuentres la luz
entre mis restos,
habré vuelto a mi casa
y ya no habrá despedidas.



M. Eugenia Miranda L.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso. . .gracias x compartirlos
ZoG

Pepeyave dijo...

Hermoso poema...
¿Por qué será que las esquinas simpre nos deparan sorpresas?

María Eugenia Miranda Lastarria dijo...

Las esquinas son...como la vida misma. Si das vuelta a una esquina puedes encontrarlo todo o...perderlo todo. Son vértices de encuentro y despedida...