sábado, febrero 21, 2009

EN LA LUZ


Y entonces...volvió la luz
Entró a raudales derrumbando mis párpados,
mis lágrimas de agua sucia,
el eterno agonizar de las pupilas
en la ciénaga inmensa

Surgió como el rayo limpio en la tormenta
incendiando los suspiros maltrechos
de mi vivir malherido.
El llanto se agotó en la noche
y mis labios resecos
fueron paraderos de sonrisa.
Jugaron a ser mariposas ,
a ser velo de luna,
lirios convertidos en estrella,
colas de cometas cándidos...

Desde entonces las horas bailan
su compás de risa.
Mis manos tejen sueños amarillos
a la orilla de la tarde
y escribo versos de pisadas breves
para que el tiempo no pase
y el momento sea eterno.


M. Eugenia Miranda
20 de Febrero, 2009.