Guardo en mi armario como hojas de otoño,
tantas despedidas...
Voces que fueron presencia
manos de largos silencios.
Palabras azules
en aromas de otros cantos...
A veces ...
intentan derribar las puertas
y el clamor del pasado se yergue , punzante.
Entonces, los contengo, invento nuevos verbos,
sueños de mágicas orillas y los adioses callan
sus lágrimas marchitas...
Otros, simplemente escapan por la ventana.
Van deshaciendo la noche
sembrando a su paso
luces de otros continentes, en el firmamento distante.
Despedidas de suspiros dorados
manantiales de aguas mansas...
Sólo una brisa,
y la página del tiempo las borra
como alas de pájaros perdidos
en algún recodo de mi historia.
M. Eugenia Miranda L.
tantas despedidas...
Voces que fueron presencia
manos de largos silencios.
Palabras azules
en aromas de otros cantos...
A veces ...
intentan derribar las puertas
y el clamor del pasado se yergue , punzante.
Entonces, los contengo, invento nuevos verbos,
sueños de mágicas orillas y los adioses callan
sus lágrimas marchitas...
Otros, simplemente escapan por la ventana.
Van deshaciendo la noche
sembrando a su paso
luces de otros continentes, en el firmamento distante.
Despedidas de suspiros dorados
manantiales de aguas mansas...
Sólo una brisa,
y la página del tiempo las borra
como alas de pájaros perdidos
en algún recodo de mi historia.
M. Eugenia Miranda L.