sábado, diciembre 26, 2009

BAHIA...
















He bautizado cada uno de tus días
con las letras de mi alma.
Iluminando tus mañanas con cántaros de rocío,
viviendo tu sabor entre mis propios aromas

He andado calles
con tu exhuberancia en las manos,
dilatando el tiempo entre arenas,
recibiendo el mar
como brebaje mágico, en el recipiente de mi piel.

Tu voz
hizo trizas la agonía que ensombrecía mis pasos.
La luz surgió como vendaval cálido.
Y se unieron tierra y agua
en un carnaval de comienzos.

Guardo entre mis labios tu acogida dulce,
fruta madura de carnes doradas
nacidas de la tierra generosa.

Bajo tu cielo ardiente no hay huella hacia el hastío
no tiene nombre la tristeza ni alas el desencanto.
Todo es movimiento cadencioso,
Cantar que cubre la brisa en su arrullo inagotable
M. Eugenia Miranda













sábado, septiembre 05, 2009

LLUEVE



Llueve…
otra vez cae la lluvia en mi poema
y los versos se estremecen de frío
en el contacto líquido y azul
de esta noche de Septiembre.

Y es el ruido de cientos de pisadas
que marchitan el suelo.
Convierten en lodazal
los pies descalzos del tiempo.
Van saltando charcos
Ríos
Mares
Océanos enteros.
Buscando orillas secas
para descansar sus sueños …
Pero es la festividad de las aguas
y el poema cae como un hilo
se descuelga complaciente
sobre mansas lagunas.
Se extiende ávido
en círculos concéntricos
y el corazón se moja
De ansiedades oscuras.

Llueve…esta noche de Septiembre


M. Eugenia Miranda L.

lunes, junio 01, 2009

REGRESO

Vuelvo a ti, mi silencio.
A tus horas calladas.
Al rumor que nadie escucha.
Al parpadeo mudo de los astros.

Intenté tomar otros senderos
y lastimaron mi piel las piedras del camino.
Destrozaron mis sueños palabras vacías
y mi sentir se vio invadido
de espejismos seductores.

Hoy vuelvo a ti.
A tus mares de vaivén inconfundible,
a tardes de crepúsculo ocre,
al concierto estelar
grabado en tus horas de movimiento leve.

Vuelvo a mis letras de navegar perpetuo,
a la búsqueda en arenas yermas
y guardo entre tus mares
las astillas que dejaron las batallas.

Sólo en ti existe el infinito.
Sólo tu mano antigua sabe guiar la mía
en el fluir de verdades eternas.
Mi territorio se encuentra dibujado
en cada esquina de tus vías celestes.

Por eso…
Abrígame
cubre de sonrisas mi acento melancólico
protégeme del dolor del vacío…


M. Eugenia Miranda L.




domingo, mayo 24, 2009


ENTONCES…ES EL TIEMPO

Entonces, es el tiempo el que no existe
ni los pasos del reloj
ni mi piel que se gasta y sucumbe
al caminar de las horas

Es el tiempo el que no vive
ni son recuerdos los que pienso.
Sólo es el ahora
que fue ayer hace un segundo
y tu respiro está aquí
como lo estuvo siempre

Nada de lo vivido es pretérito
nada es ausencia, todo existe, en el momento.
Ni la palabra de amor que regalaste
ni los sueños que has construído

Y es por eso que vives en mí
en el cálido fluir de los nocturnos
en la habitación encendida,
en la copa para dos,
en el fuego que crepita entre mis manos,
en la boca que sonríe al beso…
Y eres presente , por que el pasado no existe…

M. Eugenia Miranda









sábado, febrero 21, 2009

EN LA LUZ


Y entonces...volvió la luz
Entró a raudales derrumbando mis párpados,
mis lágrimas de agua sucia,
el eterno agonizar de las pupilas
en la ciénaga inmensa

Surgió como el rayo limpio en la tormenta
incendiando los suspiros maltrechos
de mi vivir malherido.
El llanto se agotó en la noche
y mis labios resecos
fueron paraderos de sonrisa.
Jugaron a ser mariposas ,
a ser velo de luna,
lirios convertidos en estrella,
colas de cometas cándidos...

Desde entonces las horas bailan
su compás de risa.
Mis manos tejen sueños amarillos
a la orilla de la tarde
y escribo versos de pisadas breves
para que el tiempo no pase
y el momento sea eterno.


M. Eugenia Miranda
20 de Febrero, 2009.